Múltiples investigaciones constatan que muchas enfermedades causantes de muertes prematuras están relacionadas con estilos de vida y hábitos individuales poco saludables, el tabaco y el alcohol son una muestra de ello. Educar en Salud es un concepto muy amplio, tanto, que englobaría todos aquellos campos que intervienen en nuestro bienestar físico, psíquico y social. Fijaos todos los aspectos a los que llegaríamos.

Párate a pensar un momento e intenta contestar a estas preguntas… ¿qué puede influir en tu salud?, ¿y en la de los niños?, ¿cómo se “educa” para la salud en casa? Sabemos que las escuelas incluyen en sus documentos y programaciones, objetivos y contenidos adaptados a cada edad que trabajan en salud. Pero… ¿en el ámbito familiar? porque es aquí donde más influencia podemos generar en nuestros pequeños…

El cuidado de nosotros mismos, como adultos, es el resultado del aprendizaje, directo o indirecto, que hemos hecho a lo largo de nuestra infancia. Éste es el período en el que se van modelando diversas conductas que dañan la salud, por lo tanto, será también un momento adecuado para comenzar a trabajar los estilos de vida saludables.

Unos cuantos ejemplos de lo que entendemos por vida saludable serían los siguientes: higiene, alimentación, salud mental, inteligencia emocional, sexualidad, educación vial, educación ambiental o prevención de drogodependencias. Estos son algunos de los contenidos que, de manera formal se abordan en las programaciones de las escuelas. ¿Cómo lo hacéis informalmente desde casa, en el día a día?  A través de las conductas cotidianas, podemos estar “educando” en salud, educando en definitiva en los valores que queremos para nuestros hijos.

Uno de los temas que genera más temor en los padres es el de las Drogodependencias. Vamos a concretar unos consejos para trabajar desde casa su prevención.

Desde Bebés a los 7 años aproximadamente.

  • El abuso de chucherías es un claro ejemplo de la falta de control. Estar pendiente de esto es esencial y marcar las pautas para saber cuándo parar de comer. Esto es importante para el futuro abuso de otras sustancias, saber cuándo parar. Primero tú pones el límite, luego sabrán ponerlo ellos.
  • Verduras, frutas, legumbre, leche… Organiza una dieta equilibrada y variada para todos. Hacer comidas familiares agradables, aprovechar para charlar sobre el día y la comida. Relacionar este momento con un momento divertido y agradable. Déjales participar en la elaboración de las comidas, ir a la compra o manipulación de los alimentos.
  • Unas ofertas adecuadas de tiempo libre, deportes, música, danza… disfrutar junto a ellos de un tiempo libre saludable, con amigos, salidas y estancias en casa donde participéis en juegos en familia y disfrutéis de esos momentos juntos.

Desde los 7 a 12 años. La Etapa de Primaria.

  • Manteniendo el consumo de productos saludables y controlando el abuso, además del tiempo libre de calidad y relacionado con aficiones familiares.
  • Charla con ellos sobre el abuso de algunas sustancias, ¿los deportistas fuman…? ¿Por qué no es conveniente?
  • Charla con ellos sobre las repercusiones de los malos hábitos. Por ejemplo, cuando una persona fuma… ¿huele bien?, ¿y su ropa?, ¿puede fumar en cualquier sitio?… Aprovechar las situaciones improvisadas es clave para plantear este tipo de reflexiones.

Los adolescentes.

  • Es una etapa complicada para ellos y donde veremos sus reacciones a un montón de presiones sociales, los compañeros, la familia… Aportar razones científicas sobre las drogas es un buen ejercicio, buscar y comprobar qué pueden provocar en tu cuerpo y en tu mente. ¿Cómo afecta el alcohol, el tabaco o los porros a nuestro organismo?
  • ¿Qué estrategias utiliza la publicidad ? Observarlos desde un punto de vista crítico e intenta que él colabore en este juego.
  • La variedad de ofertas de tiempo libre en este momento son esenciales, sobre todo en familia, compartiendo momentos divertidos junto a ellos y canalizando sus intereses.

La clave, para educar en salud, es trabajar las fortalezas personales de nuestros hijos: su autoestima, la tolerancia a la frustración, conseguir las gratificaciones con esfuerzo y trabajar las emociones y los afectos. Todo esto les permitirá responder a las presiones sociales, problemas y cuestiones de su vida desde el respeto a uno mismo, al esfuerzo y la valoración de la constancia. Cobra especial importancia la tolerancia a la frustración, esa capacidad de aceptar y asimilar que una situación concreta, un deseo… no se cumple. Evitemos hacer de nuestros niños, chicos caprichosos e impacientes, buscarán satisfacciones inmediatas y las drogas se lo ofrecen.

Recuerda que “de lo que se ve se aprende”, y en un ambiente en el que se den hábitos poco saludables tendrá muchas posibilidades de ser imitado por los chavales. Por ellos y también por nosotros, pensemos en su salud, pensemos en prevenir.

Azucena Ponce