La capacidad para motivarnos y motivar a los demás no es algo innato sino que lo aprendemos a lo largo de nuestras experiencias personales, el ambiente y las personas que nos rodean. Podemos influir en la motivación de los demás y aprender a motivarnos correctamente para enfrentar determinadas tareas. Averiguar cuál es el secreto para que nuestros hijos estén continuamente motivados en sus tareas sería ideal. A todos nos ocurre, si tuviéramos la clave, haríamos las cosas con la energía y el empeño suficiente para mantenernos constantes y optimistas en todo momento.
Los padres a veces cometemos errores, de forma inconsciente, que van a repercutir en la motivación de los niños. Comentarios poco afortunados («es que eres un vago», «las matemáticas no son para ti», «no sirves para estudiar»…), tomar las tareas como lo peor del día («venga a terminar con el castigo de la tarea»…) o ponerse a hacer los deberes en cualquier sitio (recuerdo a una niña encima de un cubo mientras esperaba a su madre en un supermercado…) repercutirá en sus ganas y seguridad para afrontar los deberes, las clases y el aprendizaje en general. Piensa la manera en la que te diriges a sus profesores, al cole, cómo tratas sus libros, cuadernos…
Influir positivamente en su motivación está en nuestra mano. Os dejamos algunas ideas:
1. Habla con tu hijo de lo que hace en el colegio. Preocupaciones académicas, la llegada de los exámenes, trabajos por entregar… Problemas o cuestiones con sus profesores, la dificultad que le suponen algunas asignaturas, la facilidad de otras y ayúdale a guiar y resolver sus preocupaciones. Anímale a consultar con sus profesores aquello en lo que no sepas orientarle.
2. ¿Te interesas más por sus notas o por su progreso personal? Esto es algo que los chicos perciben claramente, «si suspendo o si llevo menos de un 6 mis padres se enfadan», «le va a bajar la media»… Ten en cuenta que las tareas varían en su dificultad, que algunas requieren conocimientos previos para adquirirse y a veces avanzamos sin dominar pasos esenciales. La finalidad es aprender, sacar provecho del aprendizaje, no solamente aprobar. No le des demasiada importancia a los números.
3. ¿Necesita tu ayuda? Recuerda que solo necesita tu ayuda, no que lo resuelvas por él. Valora si puedes explicárselo y ayudarle a que lo resuelva por sí mismo. A lo largo de los años han cambiado mucho algunas formas de explicar destrezas, por ejemplo a dividir o restar en matemáticas. Si no puedes adaptarte a lo que ya sabe, el profesor es la mejor persona para resolver sus dudas.
4. Las comparaciones son odiosas. Si fueras tan estudioso como tu hermano… eres de los peores de tu clase… por parte de tu padre/madre a nadie se le da bien lo de estudiar… Así NO conseguiremos que el aprendizaje sea un fin en sí mismo, será una forma de competición o comparación con otros, compañeros, familiares o amigos.
5. ¿Somos un ejemplo? Un entorno que sea fuente de aprendizaje, que despierte la curiosidad por aprender será un modelo fantástico. Qué mejor ejemplo que unos padres, hermanos, abuelos… curiosos, abiertos a nuevas experiencias, lectores y colaboradores. Poco podré hacer si me paso el día viendo la tele o liado con el móvil y después intento que mi hijo lea.
6. A todos nos gusta que reconozcan nuestro esfuerzo. Los premios materiales al principio pueden funcionar pero deben ir siendo sustituidos por las recompensas sociales, el elogio por el trabajo bien hecho. Qué bien que lo hayas conseguido… Seguro que la próxima vez se te da mejor… Hemos visto que te has esforzado mucho…
7. Organizar un buen sitio dedicado al estudio. Espacioso, luz natural si es posible, mesa con el material suficiente para no levantarse, sin distractores alrededor (teléfono, música, televisión, ventanas…) e intenta mantener los mismos horarios.
El tema de la motivación es amplio y muy complejo, en el que entran en juego multitud de variables, personales, sociales y ambientales. En la infancia aprendemos a enfrentarnos a nuestros éxitos y fracasos, aprendizaje que nos acompañará a lo largo de nuestra vida. ¿Qué os parece ayudar a los niños a hacer las cosas de la mejor forma posible, a enriquecerse con el aprendizaje?
Azucena Ponce
muy bueno para poner en practica
Gracias por tu comentario Silvia. Intentamos proponer cosas prácticas, que podamos llevar a cabo en el día a día sin mucha dificultad. Esperamos que sean de gran ayuda. Un abrazo 🙂