Muchos son los artículos y la información que nos ofrecen para aprender a relajar a nuestros bebés: masajes, aceites, diferentes posturas, el momento del baño… todo un mundo de sensaciones para trabajar el bienestar físico y el vínculo afectivo. Pero llega ese momento en el que nuestro pequeño no se queda quieto ni un segundo, no para de girarse, mirar, buscar… ha cambiado de etapa, ha crecido y con él su impaciencia y su actividad corporal.

Los niños tienen una energía envidiable, energía que deben canalizar de forma adecuada, el deporte y los juegos al aire libre son una buena idea para dar fluidez a toda esa vitalidad. Os queremos hablar de una propuesta complementaria y divertida, para aquellos niños que por su edad ya sean capaces de hacer imitaciones y puedan mantenerse concentrados en un juego durante un tiempo. Un juego para disfrutar de un buen rato juntos que además nos ayuda a relajar las diferentes partes de nuestro cuerpo: la relajación de Koeppen. A través de la imitación de diferentes movimientos animales nos convertiremos en elefantes, gatos o tortugas, mascaremos chicles gigantes o espantaremos moscas. Os dejamos el enlace a la técnica completa para aquellos que queráis practicarla. ¡¡¡Nosotras lo pasamos genial!!!

Azucena Ponce