Muchos de vosotros nos preguntáis sobre la conveniencia o no de que los niños realicen actividades al salir del cole, ¿piscina? ¿patinaje? ¿inglés? ¿chino??? Más bien, las preguntas se desencadenan cuando el niño/a es más mayor y los resultados académicos no son los esperados, ¿le quito de fútbol entonces?
Pues bien, vamos a intentar desgranar un poquito este batiburrillo enorme que tenemos con respecto a lo académico frente a lo emocional… y lo que nosotras consideramos el verdadero crecimiento y enriquecimiento de los niños en su desarrollo. ¿Te interesa? No te lo pierdas 🙂
1) Entiendo perfectamente a los padres responsables preocupados por la preparación de sus hijos. Buscan un buen cole y quieren ofrecerle el máximo de posibilidades, si habla inglés lo tendrá más fácil, es bueno para su preparación… Sin embargo, no debemos olvidar la importancia de tener tiempo disponible para estar en casa, haciendo «nada», jugando, inventando, descansando… Es decir, recargando las pilas. Los adultos necesitamos alrededor de dos horas en casa diarias (ja! me rio yo de esto) para recargar pilas, nuestro descanso y poder afrontar las obligaciones diarias. Pues bien, los niños necesitan más. Estar con sus padres, jugando, inventando, descubriendo, descansando… Y digo necesitan, con todas las letras. Porque el juego para un niño es un síntoma de salud. Por tanto, sé que quieres lo mejor para tus hijos, pero una agenda repleta de actividades no dejará tiempo de descanso, de juego, de tranquilidad; aspecto imprescindible para un buen desarrollo. Y pensando más allá, en la consulta de psicología nos encontramos con muchos adultos que son incapaces de estar a solas sin hacer nada consigo mismos. Les surge intranquilidad, desasosiego, aburrimiento desmedido… ¿esto es lo que quieres para tus hijos? Podrán ser adultos «exitosos», pero ¿y la relación con uno mismo?
2) El momento evolutivo en el que se encuentra el niño también es fundamental. Cuando un niño/a de tres años comienza la educación infantil, salvo que se trate de un sistema con una pedagogía novedosa, pasa muchas horas sentado. ¿Qué necesitará al salir? Pues bien, esta pregunta os la tenéis que hacer según la edad de vuestros hijos. Un niño de 13 años al que le gusta al baloncesto, jugará con sus amigos en un equipo donde aprende un montón de valores, hace deporte y se divierte. Y probablemente estará preparado para dedicar dos tardes o tres a ello. Sin embargo, un niño con cuatro, tiene otras necesidades, que pasan más por estar cerca de sus padres y jugar.
3) Creemos que es importante respetar los gustos y cualidades de los niños. Por tanto, un niño con gusto por el teatro se sentirá bien, mejorará su autoestima si puede desarrollar aquello en lo que disfruta. Las actividades extraescolares han de ser divertidas y gratificantes, no un suplicio. Por ello, creo que todos deberíamos reflexionar sobre determinados entrenamientos para niños muy pequeños, que requieren un montón de horas y sacrificios. Quizás el deporte de competición o la educación musical tendría que ser replanteada en algunos casos, ¿no te parece?
Por tanto, respeta sus gustos, ten en cuenta su edad y piensa qué es en la vida lo verdaderamente importante. ¿Actividades extraescolares? Sí, pero por favor, en su justa medida. Recuerda que los niños son niños y han de poder ejercer como tales… Somos los adultos los que tendremos que aprender a frenar este «ansia» por ser el mejor… y volver a conectarnos con la esencia de la vida.