Esta manualidad es una de mis favoritas por muchos motivos, es sencilla, entretenida para los niños, potencia su desarrollo motriz fino y, además, es súper decorativa.

Materiales que necesitamos:

– botellas de plástico
– papel pinocho

1. Elige las botellas que más te gusten o tengas a mano. Pueden ser pequeñas o grandes, de las de plástico (ideales para los niños más pequeños), o alguna de cristal con una forma bonita, si quieres utilizarla en un lugar más decorativo. Necesitas que sean transparentes para que se vea perfectamente el contenido.

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2. Llena las botellas con agua, pueden ir todas por igual o en alturas diferentes, ¡cómo más os guste!

3. Recorta trocitos pequeños de papel pinocho, y hazlos una bolita con los dedos. Este papel es como rugoso al tacto y a la vista, hay muchos colores para elegir. Puedes conseguirlo en cualquier papelería o similar.

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4. Mételos en la botella y observa cómo el agua se va tiñendo del color del papel. Puedes hacerlo más intenso metiendo más papeles o crear colores diferentes si mezclas los papelitos dentro de la misma botella.

Ojo! No olvides cerrar bien los tapones después, no haya tentaciones de los más pequeños.

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Azucena Ponce